jueves, 19 de enero de 2012

GRADA DEL HIPODROMO DE LA ZARZUELA, MADRID


HISTORIA Y GESTION

Después de más de 9 años sin carreras, fue reabierto el 23 de Octubre de 2005. Actualmente es cogestionado por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y Loterías y Apuestas del Estado (LAE).

El Hipódromo de la Zarzuela abrió por primera vez sus puertas en mayo de 1941. Desde entonces se han celebrado carreras de caballos ininterrumpidamente hasta 1996, año en el que cesó la actividad por la inviabilidad de la empresa entonces gestora. Con posterioridad, Patrimonio Nacional convocó dos concursos con el objetivo de adjudicar la gestión del hipódromo, que, finalmente, no llegaron a fructificar.
Ante la dificultad de encontrar una empresa gestora, el 31 de Julio de 2003, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales y Loterías y Apuestas del Estado (LAE) constituyeron la sociedad Hipódromo de la Zarzuela S.A. para gestionar el citado hipódromo, en la que SEPI ostenta la titularidad del 90 por ciento del capital, y Loterías el 10 por ciento restante.



EL EDIFICIO


 
El edificio es, de hecho, el artefacto que sirve como soporte a las gradas de la tribuna y su cubierta. Bajo esas gradas se alojan las taquillas, los servicios y dependencias auxiliares. Detrás de ellas, en la planta superior, se desarrolla una galería abierta al otro lado de la pista. El forjado del suelo de esta galería tiene un cometido estructural importante puesto que hace de contrapeso al voladizo de la gran marquesina; un tirante los une a modo de pilar. El intradós de este forjado es la bóveda de la sala de apuestas que se dispone longitudinalmente al mismo nivel que el acceso.

Vista desde dentro (AutoCAD)
El diseño de la sección partió de la organización en el espacio de las distintas funciones, desde la compra de boletos para las apuestas hasta los corredores de servicio o el hall. Cuando este organigrama tomó forma, se procedió al estudio estructural de los elementos que lo definían. Así, las partes sometidas a tracción podían reducir su sección, mientras que los nudos que debían permitir movimiento (por causa de deformaciones causadas por dilatación o retracción) podían estar resueltos como articulaciones. Siempre con la intención de ajustar el material a su función estructural a la vez que de buscar la elegancia en las formas.

El propio Eduardo Torroja explica el proceso de diseño, de ésta y de otras obras, en el libro que editó el Ministerio de Fomento en 1958 y que recoge proyectos escogidos por el mismo Torroja donde los objetivos funcionales, estructurales y estéticos forman una unidad integrada tanto en esencia como en apariencia (según él mismo dice en el prefacio del libro).

Vista de la grada en perspectiva (AutoCAD)